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miércoles, 28 de junio de 2017

Manicomios depOETAS. Alda Merini, poeta italiana y candidata al Nobel Pasó veinte años en un manicomio y murió pobre






Alda Merini (Milán21 de marzo de 1931 - ibíd. 1 de noviembre de 2009)1 fue una escritora y poeta italiana







Alda Giuseppina Angela Merini nació el 21 de marzo de 1931 en una casa de la vía Papiniano n.º 57 de Milán,2 en el seno de una familia humilde (el padre era dependiente en una compañía de seguros, Assicurazioni Generali Venezia, y la madre era ama de casa). Fue la menor de tres hermanos (una hermana y un hermano que aparecen en los poemas de Merini). Alda estudió en el Instituto Laura Solera Mantegazza y no consiguió matricularse en el Liceo Manzoni al no superar el examen de italiano. Durante este tiempo estudió piano, instrumento que apreciaba especialmente.
Publicó a edad muy temprana, con sólo quince años, gracias a la protección de Giacinto Spagnoletti, que fue quien descubrió su talento artístico. En 1947, Merini encuentra le prime ombre della sua mente («las primeras sombras de su mente»)3 y es internada durante un mes en el Hospital Psiquiátrico de San Raffaele Turro (Villa Turro) de Milán. Cuando sale, Giorgio Manganelli (a quien había conocido en casa de Spagnoletti junto a Luciano Erba y a Davide Turoldo) lleva a Merini a terapia con los psicoanalistas Fornari y Cesare Musatti.
Giacinto Spagnoletti incluyó a Merini entre los poetas de su Antologia della poesia italiana 1909-1949, publicada en 1950.4 En 1951, por la sugerencia de Eugenio Montale y de Maria Luisa Spaziani, el editor Scheiwiller publica dos poemas inéditos de Merini en el libro Poetesse del Novecento.
Entre 1950 y 1953, Merini frecuenta por trabajo y amistad al poeta Salvatore Quasimodo. En 1953 se casa con Ettore Carniti, propietario de algunas panaderías de Milán.
En 1953 aparece su primer volumen propio de poemas, La presenza di Orfeo. En 1955 publica Nozze Romane (Bodas romanas) y Paura di Dio (Miedo de Dios). Este mismo año nace su primera hija, Emanuela. Alda dedicará al médico que cuidó de su niña, Pietro De Paschale, la selección de versos Tu sei Pietro (Tú eres Pedro) que se publicó en 1961.




Tras Tu sei Pietro comienza un periodo de silencio y aislamiento, debido a su internamiento en el Hospital Psiquiátrico Paolo Pini, que dura hasta 1972 (con periodos en los que volvía a la casa familiar, durante los cuales nacieron otros tres hijos, entre otros su predilecta hija Barbara).5
Hasta 1979 se alternaron los periodos de salud y enfermedad. En 1979 Merini vuelve a escribir: nacen en este momento sus textos más intensos, en los que narra sus experiencias en el hospital psiquiátrico. El libro se titulará La Terra Santa y será publicado en 1984 por Vanna Scheiwiller.
En 1981 muere su marido y la poeta se queda sola. En este periodo entabla una relación telefónica con el poeta Michele Pierri que, en aquel momento difícil de su retorno a la literatura, había demostrado apreciar su poesía. Se casa con él en octubre de 1983 y se traslada a Tarento, donde vive durante tres años. En este periodo escribe los veinte poemas-retrato de La gazza ladra (La urraca ladrona, alusión a una famosa ópera homónima de Rossini); también escribió numerosos textos para Perri. También en Tarento terminó L'altra verità. Diario di una diversa (La otra verdad. Diario de una distinta). Siempre frágil, en Tarento también tuvo problemas psiquiátricos.

En julio de 1986 regresó a Milán y recibió la asistencia de la doctora Marcella Rizzo, a la que dedicó más de una poesía. Reinicia antiguas amistades, entre ellas la de Vanni Scheiwiller, que publica L'altra verità. Diario di una diversa, su primer libro en prosa, al que seguirán Fogli bianchi en 1987 y Testamento (1988).
Merini inicia un periodo de gran fecundidad literaria y de estabilidad psicológica. En invierno de 1989 la poeta frecuenta el café-librería Chimera, situado en los Navigli (canales) de Milán, cerca de su casa, y ofrece sus escritos mecanografiados a sus amigos del café. En este periodo nacen libros como Delirio amoroso (1989) e Il tormento delle figure (El tormento de las figuras, 1990).
En los años siguientes, distintas publicaciones consolidan su regreso a la escena literaria. En 1991 se publica Le parole di Alda Merini (Las palabras de Alda Merini) y Vuoto d'amore (Vacío de amor), seguidos en 1992 por Ipotenusa d'amore, en 1993 La palude di Manganelli o il monarca del re (La ciénaga de Manganelli o el monarca del rey) y el librito Aforismi, con fotografías de Giuliano Grittini. Este año gana el Premio Librex-Guggenheim «Eugenio Montale» en la categoría de poesía, premio que la consagra entre los grandes literatos contemporáneos italianos, junto a figuras como Giorgio CaproniAttilio BertolucciMario LuziAndrea Zanzotto o Franco Fortini.
En 1996 gana el Premio Vareggio por La vita facile y en 1997 consigue el Premio Procida-Elsa Morante. Ese mismo año se promovió en Italia su candidatura al Premio Nobel, impulsada especialmente por el dramaturgo Dario Fo, pero no prosperó. Al año siguiente, sería Fo quien ganó el Nobel.
En 1997 se publica su antología poética La volpe e il sipario (La zorra y el telón), con ilustraciones de Gianni Casari, donde hace evidente que su técnica poética nace de lo oral. Sus poemas son muy breves, cercanos al aforismo, género que frecuentará durante estos años y que culminará con la publicación de libros como Il Catalogo Generale delle Edizioni Pulcinoelefante (El catálogo general de las ediciones pulgoelefante, Scheiwiller, 1997), Aforismi e magie (Aforismos y magias, Rizzoli, 1999) o Lettera ai figli (Carta a los hijos, editado por Michelangelo Camilliti con ilustraciones de Alberto Casiraghi).

En 2000 aparece Superba è la notte (Soberbia es la nocheEinaudi) con el conjunto de poemas

Fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Mesina en octubre de 2007.8
Murió en Milán el 1 de noviembre de 2009.





"Soy una pequeña abeja furibunda. Me gusta cambiar de color. Me gusta cambiar de medida". La poetisa Alda Merini eligió estas palabras para abrir su página web.Nacida en Milán, en 1931, de familia modesta, la poetisa murió en esa misma ciudad el pasado domingo, 1 de noviembre, a causa de un tumor óseo. Fumaba 70 u 80 cigarrillos al día, pero a sus 78 años sostenía que el tabaco le había alargado la vida. Siempre llevaba un collar de perlas, pero vivía y murió en la indigencia por elección personal.
Se la considera una de las voces más claras y profundas de la poesía italiana del siglo XX. Quienes la conocieron han escrito estos días que era simpática y nostálgica, y que su personaje vital recordaba al eco de sus versos, de apariencia simple y burguesa, pero a la vez transgresores, intensos y dolorosos.

Con lucidez extrema, Merini narró en sus poemas la experiencia de la locura (vivió casi 20 años en manicomios, de 1961 a 1978) y de la estrechez física y económica. "Me inquieto mucho cuando me atan al espacio", escribió.

Loca de dolor

En una entrevista reciente, contaba que se volvió loca de dolor: "Murieron mis padres a la vez, cuando yo era muy joven. Y luego me separaron de mis hijas, no me dejaron estar con ellas. Fueron criadas por tres familias. No sé cómo encontré el tiempo para tenerlas. Se llaman Emanuela, Barbara, Flavia y Simonetta. Siempre les digo que no digan que son hijas de la poetisa Alda Merini. Esa loca. Ellas responden que soy su madre y basta, que no se avergüenzan de mí. Me conmueven".
Se casó con Ettore Carniti, un hombre celoso y muy infiel. Una noche que volvió a casa oliendo a perfume de otra mujer, ella cogió una silla y se la rompió en la cabeza. Él sobrevivió al golpe y llamó a la ambulancia. A ella la llevaron al Paolo Pini, el viejo manicomio de Milán.
El lugar era "terror, odio, sombra y muerte, el infierno de Dante, pero hice amigos allí", contaba. "Ése fue mi Premio Nobel". Le dieron 37 electrochoques. "Salir viva fue un milagro, allí se entraba para morir".
En 1953 publicó su primer libro, Presencia de Orfeo. Empezó a escribir siendo una niña, y uno de sus primeros poemas se lo dedicó al legendario banquero Enrico Cuccia. "Una vez me lo crucé por la calle y le dije: 'Yo tengo hambre'. Él contestó: 'Buena señal'. Y tiró derecho".
"La poesía nace de un terreno de dulzura, de amor. Las verdades me vienen de los sueños, los muertos me visitan", contaba.
Escribió también prosa y aforismos, y en 1996 fue propuesta para el Premio Nobel de Literatura por la Academia francesa. Su gran obra, La Terra Santa, le valió en 1993 el Premio Eugenio Montale. Se declaraba loca de amor por Rilke, y le gustaban Hölderlin, Valéry, Melville, Gide, Pirandello, Dante, Manzoni. Y en la vida: "Quasimodo, Manganelli, Montale, Raboni, la Spaziani. A algunos los amé y los tuve".
Otros de sus libros son Testamento, Vuoto d'amore, Ballate non pagate, Superba è la notte, L'anima innamorata, Corpo d'amore, La carne degli Angeli, Più bella della poesia è stata la mia vita o Clinica dell'abbandono.
Era una persona religiosa y muy pagana. "Me he portado siempre como una gran pecadora y no me he arrepentido de nada", dijo al diario La Repubblica en 2006. "No voy a la Iglesia a murmurar, pero Dios está aquí conmigo. Olfateo su olor. Dos cosas me convencen de la existencia de Dios: que no soy dueña de mi voluntad y que el océano Pacífico no pueden haberlo creado los científicos".
En sus últimos años, puso letra a canciones de artistas como Milva, Lucio Dalla, Roberto Vecchioni o Giovanni Nuti. Y dejó estos versos: "Navego como una sombra / en el sueño del día / y sin saber / me reconozco como tantos / inclinada sobre un altar / para ser comida quién sabe por quién".

fUENTE : WILKIPEDIA,  Diario El Pais , Miguel Mora



poema




Canto de respuesta 

Haber estado en ciertos lugares tristes,
cultivar fantasmas,
como dices tú, atento amigo mío,
no da derecho a creer que dentro
dentro de mí continúe la locura.
He seguido siendo poeta hasta en el infierno
sólo que yo buscaba de Eurídice
la casta sombra y no tengo más palabras...
Ésta, Franco, la tierna respuesta
a tu dilema: yo soy poeta
y poeta seguí siendo tras los barrotes;
sólo que afuera, sin casa y perdida
he continuado a mi pesar el canto
de la tristeza, y dentro de cada flor
de mi voz existe aún la esperanza
de que nada haya sucedido que devaste
mi surco de luz y haya perdido
la verdadera llave que me cierra a la verdad.




LA MIRADA DEL POETA
Si alguien tratara de entender tu mirada
defiéndete Poeta con ferocidad
tu mirada son cientos de miradas que ay te han visto temblando
 
Del libro Vuoto d’amore (Vacío de amor)


LA OTRA VERDAD
                                                                     a Simona y Giulia
En tiempos de la prisión inútil
yo amé a un compañero,
un desgraciado sin santidad.
Y así de este amor infeliz
has nacido tú,
flor de mi pensamiento.
Nadie en el manicomio ha dado nunca un beso
sino al muro que lo oprimía
y esto significa que la santidad
es de todos, como de todos es el amor.
 
Del libro Clinica dell’abbandono (Clínica del abandono)
 Traducción:
de Daniela Camacho Gimenez
Te espero  y cada día
me apago un poco a la vez
y he olvidado tu rostro.
Me pregunto si mi desesperación
es igual a tu ausencia
no, es algo más:
es un gesto de muerte fija
que no sé regalarte.



HUIDA DE LOBA

A quien me pregunta
cuántos amores he tenido
le respondo que mire
en los bosques para ver
en cuántas trampas ha quedado
mi pelo.



martes, 6 de junio de 2017

AlGunos Libros fulguRantes para regalar .




¿Erotismo? ¿O directamente y sin paños tibios, pornografía? En todo caso, pornografía o erotismo femeninos en los relatos de Delta de Venus, la sensualidad que se excita y estalla es la de la mujer fuera de su tradicional rol pasivo, Anaïs Nin, cuyos Diarios han dado cruel, aguda y humorísticamente testimonio de una etapa decisiva de nuestra época, ensaya aquí un camino totalmente diferente: el Eros hembra, con toda su formidable potencia y sus elusivas formas, sale a luz en este libro directo y crudo, inocente y perverso, luminoso y sombrío. Escrito en 1940, por encargo de un millonario que pagaba a dólar la página, Delta de Venus no ha podido publicarse en inglés hasta hace pocos años, y desde entonces viene despertando vivas polémicas.




La narración envolvente de Carpe diem, su mordaz sentido del humor, la descripción minuciosa de la geografía interior -y exterior- de los personajes que habitan esta novela y el talento para analizar el comportamiento humano demuestran por qué Saul Bellow está considerado uno de los narradores más lúcidos del siglo XX. Carpe diem. Vive el momento. Sumérgete en el aquí y el ahora. Esas frases salidas de la boca del extravagante doctor Tamkin como un dudoso elixir milagroso rebotan contra los tímpanos de Wilhelm, un hombre acosado por varios frentes: actor fracasado, danza al son de las exigencias de su ex mujer y sus dos hijos, despreciado por la empres que le despidió en lugar de otorgarle el ascenso prometido y ninguneado por la soberbia y frialdad de su propio padre. Pero la esperanza es lo último que se pierde, y ahora ésta se ha encarnado en setecientos dólares... Saul Bellow, Premio Nobel de Literatura 1976.






El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (en inglés Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde), a veces titulado simplemente El doctor Jekyll y el señor Hyde, es una novela escrita por Robert Louis Stevenson y publicada por primera vez en inglés en 1886, que trata acerca de un abogado, Gabriel John Utterson, que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde.





 El libro es conocido por ser una representación vívida de un trastorno psiquiátrico que hace que una misma persona tenga dos o más identidades o personalidades con características opuestas entre sí. En psiquiatría, esto hace referencia al trastorno disociativo de la identidad (anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple). No se debe confundir esta psicopatología con el trastorno bipolar, otro desorden psiquiátrico completamente distinto, perteneciente a un grupo de enfermedades mentales conocidas como trastornos del estado de ánimo, en el que se alternan fases de manía con fases de depresión. Fue un éxito inmediato y uno de los más vendidos de Stevenson. Las adaptaciones teatrales comenzaron en Boston y Londres un año después de su publicación y aún hoy continúa inspirando películas e interpretaciones múltiples.





Qué es una regla, si esta parece confundirse sin restos con la vida? ¿Y qué es una vida humana, si en cada uno de sus gestos, de sus palabras y de sus silencios ya no puede ser distinta de la regla? El nuevo libro de Giorgio Agamben busca dar respuesta a estas preguntas a través de una apasionada relectura de aquel fenómeno fascinante, y ya extinto, que ha sido el monaquismo occidental, desde Pacomio hasta San Francisco.
El libro reconstruye en particular la vida de los monjes en su obsesiva atención a la escansión temporal y la regla, a las técnicas ascéticas y la liturgia. La tesis de Agamben, sin embargo, es que la verdadera novedad del monaquismo no está en la confusión entre la vida y la norma, sino en el descubrimiento de una nueva dimensión, en la cual quizá por primera vez la 'vida' como tal se afirma en su autonomía; y donde la reivindicación de la 'altísima pobreza' y del 'uso' lanza un desafío al derecho, con el cual nuestro tiempo debe todavía hacer cuentas. '¿Cómo pensar una forma-de-vida, es decir, una vida humana que se sustraiga por completo a ser capturada por el derecho, y un uso de los cuerpos y del mundo que no se sustancie jamás en una apropiación? ¿Cómo pensar la vida como aquello de lo cual nunca se da propiedad, sino solamente uso común?'.



Historias de piano presenta quince obras maravillosas por el gran autor uruguayo Felisberto Hernandez, "un escritor como ningún otro", como Italo Calvino declara en su introducción:. "Como ningún europea o latino Él es un 'irregular', que elude todas las clasificaciones y etiquetados - sin embargo, es inconfundible en cualquier página a la que se podría abrir al azar .






Esta obra, “Historia de una anatomía”, ha hecho merecedora del Premio Nacional de Poesía a su autora, Francisca Aguirre.
Se trata de un poemario concebido como un autorretrato a través del cuerpo humano. La obra recorre los elementos físicos (manos, boca, piel, etc.), psíquicos (voluntad, memoria, sueños) y los sentidos que componen el cuerpo y la subjetividad de un paersona. A través del humor y la ironía, con el lirismo de estilo sencillo y directo que caracteriza a la autora, Francisca Aguirre, pone de relieve la importancia del cuerpo humano y sus implicaciones con el alma. La cita del premio Nobel Coetzee con la que arranca el libro es toda una declaración de intenciones: “Un cuerpo dice la verdad. No siempre, ni a la primera, pero siempre es el cuerpo el que dice la verdad”.



Nanas…Espléndida reflexión poética sobre las pérdidas que, en forma de nana de verso largo –como para acunar a adultos– ha realizado Francisca Aguirre
Este nuevo libro de Francisca Aguirre gira en torno a un concepto de esquiva naturaleza, pero que posee la virtud de convocar un triple significado: primero, lo residual permite ofrecer una interpretación del presente, tiempo desde el que está escrito el libro, con vocación de comprenderlo; segundo, los deshechos son también ese ‘tiempo de desdicha’ que se ha sido, un sustrato que emerge tenaz porque ‘habría que preguntarse qué hubiera sido de nosotros / sin el apoyo de los desperdicios’; y en último término éstos, ‘los despojos’, entroncan con una tradición literaria existencial, leve –y tiernamente– expresionista y absurda, que está en la médula del arte del siglo xx. 
Mirada lúcida, memoria y densidad literaria se entrecruzan para escribir los mejores poemas del libro.” 





 Muchos escritores, en su juventud, escriben poesía: yo, en lugar de poesía, escribí los relatos que caben en la palma de una mano. Entre ellos hay piezas irracionalmente construidas, pero hay varios buenos que fluyeron naturalmente de mi pluma, con espontaneidad… El espíritu poético de mi juventud vive en ellos.» 
El Premio Nobel de LiteraturaYasunari Kawabata, escribió, entre 1924 y 1972, ciento cuarenta y seis brevísimos relatos a los que denominó «relatos que caben en la palma de una mano», y con esa descripción creaba una género personal. La presente edición es una selección de setenta de éstos relatos a través de los cuales el autor vuelve a sumergirnos en una atmósfera en la que conviven la soledad, el amor y la muerte. Historias de la palma de la mano contiene toda la esencia de uno de los más grandes talentos literarios del siglo XX con «relatos que caben en la palma de una mano». 


La casa de los siete tejados es una novela de Nathaniel Hawthorne publicada en 1851, totalmente reconocida como la mejor novela estadounidense de este período. Tiene lugar en la casa homónima de Salem, Massachusetts.





Autora de la recién descubierta Suite francesa, publicada póstumamente y aclamada por la crítica y el público de media Europa, Irène Némirovsky mostró desde muy joven un talento excepcional. Con veintisiete años de edad, Némirovsky saltó a la fama con esta breve joya literaria sobre la venganza de una adolescente, editada en Francia en 1930 y traducida al castellano en 1986.

Instalados en un lujoso piso de París, los Kampf poseen todo lo que el dinero puede comprar, excepto lo más difícil: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Así pues, con el propósito de obtener el codiciado premio, preparan un gran baile para doscientos invitados, un magno acontecimiento social que para el señor y la señora Kampf supondrá, respectivamente, una excelente inversión y la soñada apoteosis mundana. Pero en casa de los Kampf no todos comparten el mismo entusiasmo. Herida en su orgullo por la prohibición materna de asistir al ágape, Antoinette, de catorce años, observa con amargura los agitados preparativos del baile y siente que ha llegado la ocasión de enfrentarse a su madre, afirmarse a sí misma y realizar su propia entrada en la edad adulta. Con un breve gesto, tan impulsivo como espontáneo, provoca una situación absurda que culminará en un final dramático y revelador.



Una magnífica edición ilustrada de una pieza imprescindible de la narrativa del siglo XX:El chal la candidata al premio Nobel de Literatura Cynthia Ozick, con prólogo de Berta ViasMahou.
Un trapo que gotea leche, el sabor extraño de un dedo en la boca, un lugar sin piedad envuelto en alambres y tres nombres que estallan en la oscuridad: Rosa, Stella y Magda. Fueron los tiempos sin sentido en un campo de concentración donde el horror se repartía a granel, pero hubo quien logró sobrevivir, llevar su tragedia lejos e hilvanar un futuro.
Stella ahora está en Nueva York y se ha inventado una vida nueva. Magda... Magda era muy niña cuando todo pasó. Rosa ha ido rodando como un botón maltrecho hasta las costas de Florida, y cultiva su extravagante cordura por las calles de Miami. Para ella no hay futuro porque todo es pasado y la memoria, terca, insiste en devolverle aquel chal sucio con sabor a leche y saliva...



LeGer. el artista Adelantado al Universo surrealSi las expresiones pictóricas han cambiado, es porque la vida moderna lo ha requerido. La visión desde una ventana de un tren y un coche viajando a toda velocidad han alterado la apariencia de las cosas.

Fernand Léger (4 de febrero de 1881 - 17 de agosto de 1955) fue un destacado pintor cubista francés de la primera mitad del siglo XX. La principal colección de sus obras puede verse Museo nacional Fernand-Léger, localizado en Biot en los Alpes Marítimos, un museo del Estado francés inuagurado en 1960.


Nacido en ArgentanNormandía, en el seno de una familia campesina, quedó huérfano de padre antes de cumplir dos años. Recibió instrucción primero en la escuela de su pueblo natal, y después en un instituto religioso de Tinchebray.
Entre 1897 y 1899 fue alumno de un arquitecto en Caen; en 1900 se traslada a París, donde trabaja como dibujante de arquitectura, al tiempo que estudia en la Académie Julian. Tras cumplir su servicio militar (1902-1903), ingresó en la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas al no conseguir plaza en la de Bellas Artes, donde, como alumno libre, recibió lecciones de Jean-Léon Gérôme y de Gabriel Ferrier. Visitó asiduamente el Museo del Louvre y, al igual que otros pintores de su generación, debió al impresionismo, iniciado en las galerías de la calle de Laffitte, la esencia de su formación artística.
Sus primeras obras datan de 1905 y son de clara influencia impresionista.
En 1907, al igual que otros pintores parisinos, queda profundamente impresionado por la retrospectiva de Cézanne. En este mismo año entra en contacto con el primer cubismo de Picasso y Braque.
Desde los primeros momentos, el cubismo de Léger se orienta hacia el desarrollo de la iconografía de la máquina.
Desnudos en el bosque (1909-1910), inspirado posiblemente en el cuadro de Picasso de 1908 del mismo título, convierte el tema en una habitación llena de artefactos y robots, donde parece apartarse de la férrea doctrina de Cézanne de pintar a partir del cilindro y el cono; la sobriedad de los colores, unida a la actividad frenética de los robots, crea una atmósfera simbólica de un mundo nuevo y deshumanizado. En algunos aspectos es una anticipación del futurismo italiano.
En 1910 expone con Braque y Picasso en la galería de Kahnweiler donde, en 1912, hace también su primera individual. Al siguiente año comienza a investigar sobre formas de máquinas representadas con colores primarios, llegando en ocasiones a una estructura abstracta que se hace más explícita con los títulos, como por ejemplo Contraste de formas, de 1913, donde se acerca a las ideas de Delaunay sobre los contrastes de color, aunque manteniendo la marcada tridimensionalidad de sus primeros trabajos. Su fascinación por las formas geométricas y los colores brillantes le lleva a menudo al borde de un arte abstracto, que siempre acaba rechazando.
En Escalera, de 1914, vuelve a pintar la figura y su entorno, pero construyéndola mediante las formas abstractas utilizadas anteriormente.
Entre 1914 y 1917 cumple su servicio militar. La experiencia de la guerra le revela las posibilidades visuales de las máquinas como iconos de la modernidad; aunque su estilo ya estaba predispuesto en esta dirección, a partir de entonces usa las formas cilíndricas y geométricas para idear un mundo mecanizado, aunque, a diferencia de los futuristas, no venera a la máquina, sino que quiere reconciliar sus formas metálicas y regulares con las formas orgánicas, para construir una visión humanista.
La ciudad, de 1919, es una obra clave en las investigaciones de Léger sobre la relación de la realidad con la superficie pintada. En este cuadro controla el habitual aspecto escultórico de su pintura a través de la rigidez arquitectónica, estableciendo la primacía de la bidimensionalidad del plano pictórico; utiliza diversos métodos avanzados de cubismo sintético para conseguir todo tipo de variaciones ilusionistas. En las obras de este periodo que tienen como tema la ciudad, la figura humana aparece despersonalizada y mecanizada, adaptada al ambiente que la circunda. El artista traduce la energía de la vida contemporánea a equivalentes pictóricos; masa, color y forma se confrontan en una multiplicidad de relaciones, creando imágenes independientes que producen sensaciones simultáneas; los planos se disponen de forma equilibrada y las composiciones se organizan por zonas bien definidas de color puro, uniforme y claramente delimitado. "Los elementos pictóricos de Léger, netos, simples, variados, producen, como las máquinas ideales, efectos de extraordinaria potencia" (Flint).
En los primeros años veinte colabora con el escritor Blaise Cendrars en algunas películas, y diseña escenografías y trajes para los Ballets suédois de Rolf de Maré.
En 1923-1924 trabaja en su primera película sin argumento, Ballet mécanique, en la que interviene también Man Ray. En 1924 abre un taller con Ozenfant, y en 1925 hace sus primeros murales en el Pabellón del L'Esprit Nouveau de Le Corbusier para la Exposición Internacional de Artes Decorativas.
Durante los años veinte y treinta, Léger se muestra abierto a los estilos que se desarrollan. Algunos de sus cuadros de estos años muestran ciertas influencias de Kandinsky, de De Stijl y del Surrealismo.
El tema que más desarrolla en esta época es la figura, en composiciones como Tres mujeres (1921), donde las figuras se muestran despersonalizadas, como volúmenes mecánicos modelados a partir del fondo geométrico, dando un paso más hacia la abstracción, al mismo tiempo que evoca un ambiente Art Déco. En cuadros como este se acerca claramente al purismo de Ozenfant y Le Corbusier.
En 1931 visita por primera vez los Estados Unidos y, en 1935, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Instituto de Arte de Chicago exponen su obra. Entre 1940 y 1945 vive en los Estados Unidos, y vuelve a Francia al final de la guerra. Durante su estancia en Estados Unidos es profesor de la Universidad de Yale.
En los últimos diez años de su vida hace ilustraciones de libros, cuadros de figuras monumentales, pinturas murales, vidrieras, mosaicos, esculturas polícromas de cerámica y escenografías teatrales. En 1955 gana el gran premio de la Bienal de Sao Paulo.


El pintor francés Fernand Léger (1881-1955) hermanó el arte con las máquinas adelantándose al futurismo. Sus obras de formas geométricas claras y colores brillantes son el reflejo estético del nuevo funcionamiento del mundo en las primeras décadas del siglo XX. Una muestra repasa el modo en que Léger representó la urbe y descubre varias facetas del autor, que hizo publicidad, diseños para teatro y decorados de cine.



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Un hombre moderno registra cien veces más impresiones sensoriales que un artista del siglo XVIII (...) La compresión de la pintura moderna, su variedad, su descomposición de formas, son el resultado de todo esto". Fernand Léger (1881-1955) hacía la reflexión en 1914 y el mismo día en que se declaraba la I Guerra Mundial. El pintor francés hermanó en sus trabajos el arte con las máquinas adelantándose al futurismo ya en 1908 con Desnudos en el bosque (una versión del cuadro de Picasso de nombre parecido). Sus obras cubistas era de formas geométricas claras y colores brillantes, siempre con un pie en la figuración por mucho que coqueteara con la abstracción. El lenguaje pictórico era parte de un nuevo arte que correspondía a un nuevo funcionamiento del mundo. Léger había sido testigo del paso del coche de caballos al automóvil; de las velas y las lámparas de gas a la luz eléctrica; de la sociedad rural a la creciente sociedad urbana.