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lunes, 4 de julio de 2016

La poeTa pARECIdA A LA REINA isabel l . Edith Sitwell, una mujer bajo la Superficie blanda.

Dame Edith Louisa SitwellDBE (Scarborough7 de septiembre de 1887 – 9 de diciembre de 1964) fue una poeta y crítica británica.


Sitwell publicó su primer poema The Drowned Suns («Los soles ahogados») en el Daily Mirror en 1913 y, entre 1916 y 1921, editó Wheels («Ruedas»), una antología poética anual compilada con sus hermanos—una colaboración literaria generalmente llamada «the Sitwells» (Los Sitwell).
En 1929 publicó Gold Coast Customs («Costumbres de la Costa de Oro»), un poema sobre la artificialidad del comportamiento humano y el barbarismo que yace bajo la superficie. El poema fue escrito al ritmo del tom-tom y deljazz, y muestra considerable habilidad técnica. Sus primeras obras muestran la fuerte influencia de los simbolistasfranceses.
Se convirtió en una proponente y defensora de tendencias innovadoras en la poesía inglesa y se opuso a lo que consideró el convencionalismo de gran parte de los poetas contemporáneos que miraban hacia atrás. Su piso se convirtió en un lugar de reunión para jóvenes escritores de quienes deseaba hacerse amiga y ayudar: entre estos últimos estuvieron Dylan Thomas y Denton Welch. También ayudó a publicar la poesía de Wilfred Owen después de su muerte.
Su única novela, I Live under a Black Sun («Vivo bajo un sol negro»), basada en la vida de Jonathan Swift, se publicó en 1937.


Sitwell tenía rasgos angulares que recordaban a la reina Isabel I (también compartían fecha de cumpleaños) y medía 1,83 m. de alto, pero a menudo vestía de manera inusual con ropas de brocado o terciopelo con turbantes dorados y una plétora de anillos; sus joyas pueden verse en las galerías de joyas del Museo Victoria y Alberto de Londres. Su inusual apariencia provocó críticas casi tanto como sus versos, y a lo largo de su vida fue objeto de ataques personales más o menos virulentos por parte de Geoffrey GrigsonF. R. Leavis y otros, que ella devolvía con vigor. Mientras agonizaba, el crítico Julian Symons publicó el último de estos ataques en The London Magazine de noviembre de 1964, acusándola de 'lucir los corazones sangrantes de otras personas en su propia y segura manga.' Sus 'enemigos' eran tratados con desdén; después de que Noel Coward escribiera un sketch sobre Sitwell y sus dos hermanos como The Swiss Family Whittlebot(«La familia suiza Whittlebot») para su revista London Calling! de 1923 ella rechazó hablarle hasta que se reconciliaron después de su triunfante fiesta de 70.º cumpleaños en el London's Festival Hall. Hacia sus amigos, ella mostró gran dulzura e invariable amabilidad.
Sitwell estaba interesada sobre todo en la distinción entre la poesía y la música, un asunto que exploró en Façade (1922), al que puso música William Walton, una serie de poemas abstractos cuyos ritmos imitan los de la música. Façade fue interpretada detrás de una cortina con un agujero en la boca de un rostro pintado y las palabras se recitaban a través del agujero con la ayuda de un megáfono. El público recibió la primera interpretación con desconcierto, pero hubo muchas reacciones positivas.


Encuentro con Marilyn Monroe

Dos mujeres aparentemente tan diferentes, tan distanciadas en el tiempo.
Y sin embargo, hay una similitud, un algo común; tal es su modo de estar, su forma de relacionarse; están a gusto, se observan con interés, directamente, reconociéndose con la mirada, encantadas de la coincidencia.
Es 1953. Marilyn muestra su encanto natural, no hay nada detrás, como ni rastro de las sucesivas familias de adopción y los abusos, de lo que Dwight Longenecker retrata como “un matrimonio adolescente en un triste intento de seguridad.”

Edith se mantiene erguida, una garza majestuosa ante esa joven adorable de veintisiete años, con la tranquilidad de quien ya ha visto mucho; su recta cabeza parece decir “qué tenemos aquí”; ha cumplido sesenta y seis años, pero el atuendo la envejece: debajo de toda su fachada queda la niña y la joven aristócrata absolutamente desamparada y mortificada por sus padres.

Debía escribir un artículo sobre aquella visita a Hollywood, el encuentro se organizó con propósitos publicitarios en el Sunset Tower Hotel. Dijo que Marilyn “vestía un traje verde y, con su pelo rubio, parecía un narciso.” En su autobiografía la describió como “tranquila, con una gran dignidad natural y extremadamente inteligente.” Y también "sumamente sensible". Marilyn leía en esos momentos obras de Rudolf Steiner, el filósofo fundador de la antroposofía. 




¿DE QUÉ SIRVE LA POESÍA?
Por Edith Sitwell

De vez en cuando se levanta por el mundo, en Inglaterra principalmente, un griterío contra la inutilidad del arte en general, y de la poesía en particular. No concibo ese clamoreo. ¿Por qué, necesariamente, todas las cosas del mundo han de rendir utilidad? Desde luego, si la belleza de la poesía es la de la azucena, parece inaudito preguntar de qué sirve la poesía, como lo fuera preguntar para qué sirve la religión.
Los beneficios de la poesía son muchos. El poeta anda del brazo con el sacerdote en la obra de rescatar a las gentes para la fe en Dios y en el corazón humano, en esta época despiadada en que la única fe perceptible es la de los credos cínicos y crueles.

Emerson decía de Platón que sólo "él, desde su posición central, como la del sol en nuestro cielo, y con todo el alcance de su visión espiritual, podía tener una fe sin sombra de duda". Lo mismo se puede decir de un gran poeta. Así fue en el pasado y lo es también en nuestros tiempos, en los que tantos hombres, bajo el influjo de las circunstancias del ambiente mundial y de sus propias vidas, padecen una debilitación trágica o una pérdida total de la fe. La poesía nos ayudará a todos a mantenernos inmutablemente centrados.
Ante el soberbio edificio de la creación, en que cada imagen de maravilla refleja otra imagen maravillosa (el paradigma del helecho o la pluma copiado en la escarcha de la vidriera, los seis rayos del copo de nueve reproducidos en la eternidad exarradial del cristal de roca) yo me pregunto: ¿Han sido esas estructuras diseñadas por la ceguera? ¿Quién, entonces, podrá imbuirme la duda?
El poeta habla a todos los hombres de aquella su otra vida que tienen sofocada y olvidada. El poeta ayuda a sus hermanos, los hombres, a ser más compasivos los unos para con los otros, recordando las dulces palabras "Amaos los unos a los otros".
Para Shakespeare, por ejemplo, el más insignificante ser vivo tiene derecho al sol.
La poesía ¡sirve para tanto!... La poesía es la deificación de la realidad. Un poeta (de la calidad de Wordsworth, verbigracia) nos enseña que Dios está en toda cosa, en la hierba, en la piedra. La razón y la tranquilidad eran los ángeles compañeros de Wordsworth cuando él andaba por un mundo cotidiano vulgar, transformado en espectáculo resplandeciente por la llama de su genio, que iluminaba todas las cosas sin alterarlas. No había frente a él más que los dichos comunes y los hechos comunes, pero todos convertidos en radiantes y perdurables por la inspiración. Porque Wordsworth poseía el calor de la tierra y el del corazón humano; y con ese fuego genial, el del corazón más que el del alma, le había quitado a la razón toda su frigidez.

La tierra y cuanto miro
me aparece bañado
de fulgor celestial
La poesía ennoblece el corazón y los ojos y revela el significado de todo lo que perciben los ojos y el corazón. Descubre el secreto latir del universo y nos devuelve los paraísos olvidados.

Decía Walt Whitman que "todas las verdades están esperándonos en todas las cosas, prestas a desplegarse más fragantes que las rosas en sus ramos vivos, siempre que las contemplemos a un sol primaveral con humedad de lluvia de verano. Mas ese sol debe arder en uno mismo, ha de ser el amor".

Yo desearía que todos participaran del arrobamiento del poeta. En algunos aspectos (lo digo con profunda humildad) la misión creadora del poeta se parece a la del santo. No creo que nadie que ame la poesía pueda tener fea el alma. Defectos humanos, sí. El alma, empero, dará resplandores.

¡Gentes necias las que afirman que los poemas hechos sin más fin que el amor a la belleza son fútiles como las mariposas! Cuando al gran naturalista del siglo XVII John Ray, alguien le preguntó: "¿Para qué sirven las mariposas?", repuso: "Para adornar el mundo y deleitar los ojos de los hombres; para alegrar el campo cual si fuesen orlas y lentejuelas de los predios". Y aun añadía respecto a esas lindas criaturas de Dios: "¿Quién puede contemplar su belleza exquisita y no reconocer y adorar los trazos de un arte Divino señalados en ellas?". También los poemas a que aludo, esas mariposas salidas de la mano del hombre, llevan los toques del arte humano sobre sus alas.
Quiero aquí considerar un problema que muchos han planteado. ¿Por qué no es mayor el número de los que gustan de la poesía moderna? Veo dos razones para ello. La primera es la de que se lancen hoy como versos tantos ripios inaguantables y que sean atolondradamente jaleados por los críticos. El infortunado lector sometido a semejante atosigamiento concluye que, si eso es poesía, él no quiere ni verla. Y así se apartará igualmente de la verdadera poesía que le haría el mundo bello. La otra razón es que hay muchas personas que tienen una manera hereditaria de ver y oír o quizás cierta insensibilidad al ritmo.

Yo en mi juventud y otros poetas de mi edad nos divertíamos bastante con los artículos de nuestros poco enterados mayores, acerca del uso de la rima. "¿Por qué-nos interrogaban-no riman como Tensión estos poetas nuevos?" Si a nuestra vez les preguntábamos que particular poema de Tensión desearían que emulásemos nos mencionaban invariablemente: "Tears, idle tears" (Lágrimas, ociosas lágrimas), en el que, precisamente, no hay rima.

Hay unpoema oculto de Black Sabbath titulado, Aún cae la lluvia, y el título nos lleva a acordarnos de Edith Sitwell y su famoso poema titulado de igual manera que el de los Sabbath Still falls the rain, por eso he pensado que estaría bien aprovechar y presentar este  poema creado a raíz de los bombardeos alemanes al inicio de la II guerra mundial, lo que se conoce históricamente bajo el nombre de "Blitzkrieg".
Lo voy a poner en español, pero también en inglés, pues as traducciones siempre son traidoras.

Aún cae la lluvia

Aún cae la lluvia 
oscura como el mundo del hombre, lóbrega como nuestra perdición,
ciega como los mil novecientos cuarenta clavos 
hincados en la Cruz.
Aún cae la lluvia 
Suena como el latir de un corazón convertido en un golpe de mazo
en la fosa común, y el sonido de los pies impíos.
Sobre la Tumba:
Aún cae la lluvia
en el Campo Sangriento donde renace la esperanza y la mente humana
alimenta su codicia ese gusano con rostro de Caín. 
Aún cae la lluvia
a los pies del agonizante suspendido en la Cruz.
Cristo, a quien día tras día, noche a noche, vuelve a crucificarse, ten piedad
de nosotros:
del magnate y de Lázaro:
bajo la lluvia no hay diferencia entre el oro y las pústulas.
Aún cae la lluvia ...
Aún fluye sangre del costado herido del Agonizante;
su corazón recoge todos los agravios: los de la luz extinta,
la mortecina y última centella
del corazón suicida, los agravios de la triste tiniebla incomprendida,
los agravios del oso flagelado,
el oso ciego y sollozante a quien los cuidadores azotan
las carnes indefensas, las lágrimas de la liebre acosada.
Aún cae la lluvia ...
Después -Me acogeré a mi dios, que me derriba
Ved, ved la sangre de Cristo teñir el firmamento:
mana de las sienes que hemos clavado en el madero,
cala en el agonizante, sediento corazón
que sostiene los turbios fulgores de este mundo, manchados de dolor
cual la corona de laurel de César.
Suena entonces la voz de Aquel que semejante al corazón del hombre,
fue otrora un niño que yagó entre las bestias:
"Aún amo, la luz de mi inocencia, mi sangre, es vuestra."







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